El consejero de Seguridad del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha anunciado este viernes que la reactivación del incendio forestal de Tenerife en Santa Úrsula y La Orotava pasa a nivel 1 de emergencia, de tal manera que la coordinación pasa al Cabildo y se retiran los efectivos de la UME.
En la rueda de prensa para dar cuenta de la evolución del incendio ha anunciado también que las 3.200 personas que se encontraban desalojadas de los barrios de La Corujera y Pino Alto podrán volver a sus casas, en coordinación con los ayuntamientos, a partir de las 13.00 horas.
Miranda ha dicho que la noche ha sido «bastante tranquila», con solo «pequeños rebrotes», y se ha podido comprobar gracias a los drones que hay puntos de calor pero que pueden ser controlados. «Ayer había una calma tensa y hoy la situación es más tranquila, somos más optimistas», ha indicado. El consejero ha destacado el trabajo y la coordinación de las administraciones «todos a una» y ha agradecido el trabajo de los medios de extinción y el «comportamiento cívico» de los afectados durante los desalojos.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, ha apuntado que la noche «fue relativamente tranquila» y con reactivaciones «de poca entidad» pero ha avisado de que «la situación sigue siendo complicada» debido a la fuerza del viento de ladera y que las temperaturas superarán los 32ºC durante los próximos días.
Ha reconocido lo «inusual» de esta ola de calor en el mes de octubre y ha señalado que se mantendrán los ocho helicópteros trabajando y un equipo de 110 personas con miembros de la Brifor, bomberos, y EIRIF del Gobierno de Canarias y el Ministerio de Medio Ambiente.
Sobre la familia que ha perdido su vivienda en Santa Úrsula, arrasada por el fuego, ha indicado que ya está realojada y con sus necesidades básicas cubiertas -incluido el transporte de la menor al IES- y de la mano del Gobierno de Canarias se trabaja para que en breve dispongan de una vivienda en alquiler en el municipio. El director del servicio de extinción de incendios, Pedro Martínez, ha apuntado que la pasada noche les «preocupaba» por la evolución del viento pero finalmente la noche fue «tranquila» y con pocas reactivaciones.
Ha apuntado que dentro de la zona quemada y cerca del perímetro hay muchos puntos calientes lo que les obliga a «estar muy atentos» y «reforzar» los equipos porque hay fuego en el subsuelo y en cualquier momento puede salir y generar paveseo. Además ha vuelto a insistir en que las extinción tardará en el tiempo porque el interior «se sigue calentando» de ahí que haya que esperar al invierno y a las primeras lluvias.
